Un
dato curioso se me presentó cuando presenté mi proyecto
a una persona que gozaba de un programa radial muy popular el “La
Voz del Trópico” quien ya era un productor de discos en
el país, me refiero a Don Radhames Aracena. El rechazó
mi plan y me recomendó que dejara eso y siguiera haciendo lo
que yo hacía. En el buscaba apoyo que en el momento no lo encontré,
nunca culpe el hecho de que no me apoyara en ese instante, porque el
no se dedicaba a producir este tipo de música, el producía
merengue típico, con merengueros como Guandulito, Dionisio mejía,
entre otros. Luego yo seguí adelante, grabé y tuve gran
éxito, motivo para que él entrara entonces en la bachata, indudablemente
aporto de una manera sobresaliente mucho al fenómeno musical
cosa de lo que estaré siempre muy agradecido porque sin el hubiera
faltado algún ingrediente a mi proyecto.
Lo
primero que hizo, fue copiar las dos primeras bachatas mías con
otros cantantes, El Dueto Veloz, y Los Ahijados de Cuco Valoy.
Seguí adelante con más fe y esperanza. Hice un pequeño
ahorro de lo poco que ganaba como mensajero en una oficina de abogados
hasta juntar para costear mi primera grabación, todo esto con
el apoyo de mi querida y recordada madre, mi familia y mis amigos más
cercanos quienes ya conocían de mis primeros pasos en la difícil
tarea de entrar en esto que entonces era algo nuevo y que yo quise introducir.
Me valí de ir a participar a programas de aficionados, en RTVD
como lo eran “Buscando estrellas”, igual fui a La Voz del
Trópico donde había un programa similar, tuve en ambos
la suerte de siempre salir premiado, gracias en parte a mi amigo Reyito
que me llevaba en barra en una bicicleta a veces a ir a cantar a los
aficionados. Y con más deseo de seguir este sueño, cantaba
en las veladas del barrio, en actos de la escuela, cantaba serenatas
a mis novias, a mis amigos, a mis familiares, todo esto de una manera
desinteresada, alrededor del ano 1959- 1960 escojo dos amigos que tienen
la misma inquietud, le gustaba esto de la música, Andrés
Rodríguez, Requinto, quien hizo su propio requinto, y mi compadre
Luís Pimentel, quien tocaba segunda guitarra, entre los tres
forme el trío Los Juveniles, le dimos ese nombre porque en el
grupo, el de mayor edad tenía, unos 22 años tal vez.
A
este grupo de músicos de los que hago mención le agradezco
de una manera muy especial los logros que yo he tenido en la música
porque sin ellos no hubiera sido posible alcanzar tantas cosas bonitas
que hemos logrado gracias a Dios entre todos, igual que a tantos locutores
que apoyaron mi música en los momentos más difíciles,
entre ellos: |